Mario Delgado, líder nacional de Morena, visita Cancún frente a las impugnaciones de aspirantes a alcaldías

José Luis Montañez

Hace unas semanas el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en una de tantas mañaneras, hizo un paréntesis y dijo: “Me voy a quitar la investidura presidencial para poder hablar de lo que está pasando en Morena en este proceso electoral”; y lo menos que dijo con todas sus letras fue que al líder nacional de Morena, Mario Martín Delgado Carrillo, le había quedado grande el cargo  y traía un desorden con la nominación de candidatos a puestos de elección popular en todo el país de ese instituto político. “Es mucho partido para tan poco líder”, afirmó Andrés Manuel.